Vigilia de la Almudena

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Ritos iniciales

Canto de entrada

Dijiste sí

Dijiste sí y la tierra estalló de alegría.
Dijiste sí y en tu vientre latía divina la salvación.

Hágase en mí, de corazón, la voluntad de mi Señor.
Que se cumplan en mí cada día los sueños de Dios.

María, las tinieblas se harán mediodía
A una sola palabra que digas, en tus labios alumbra ya el sol.
María, la doncella que Dios prometía
Un volcán de ternura divina, primavera de Dios Redentor.

Gabriel tembló, conmovido con tanta belleza
Madre de Dios, cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación

Hágase en mí, de corazón, la voluntad de mi Señor
Que se cumplan en mí cada día los sueños de Dios

María, las tinieblas se harán mediodía… 

Hágase en mí, de corazón, la voluntad de mi Señor…

María, las tinieblas se harán mediodía…

Oración

Señor, Dios nuestro, que has concedido a tu pueblo la protección maternal de la siempre Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos, por su intercesión, entregarnos fielmente a tu servicio y proclamar la gloria de tu nombre con testimonio de palabra y de vida.

Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén

Liturgia de la Palabra

1ª parte: el don de la oración

Oración por los afectados por la DANA

Canto

Enciende una luz

Enciende una luz, déjala brillar
la luz de Jesús, que brille en todo lugar.
No la puedes esconder, no te puedes callar
ante tal necesidad, enciende una luz en la oscuridad.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles (Hch 1, 9-14)

Después de subir Jesús al cielo, los apóstoles se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los Olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado.

Llegados a casa, subieron a la sala, donde se alojaban: Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Santiago el de Alfeo, Simón el Celotes y Judas el de Santiago.

Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos.

2ª parte: el don de la esperanza

Salmo 62 (61)

En Ti, Señor, reposa todo mi ser.
He sido amado por Ti.
Sí, solo en Ti se alumbra la esperanza.
En Ti solo, Señor.

Solo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

¿Hasta cuándo arremeteréis contra
un hombre todos juntos,
para derribarlo como a una pared
que cede o a una tapia ruinosa?

Solo piensan en derribarlo de su altura,
y se complacen en la mentira:
con la boca bendicen,
con el corazón maldicen.

Descansa solo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
solo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré.

De Dios viene mi salvación y mi gloria,
él es mi roca firme, Dios es mi refugio.

Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón:
Dios es nuestro refugio.

En Ti, Señor, reposa todo mi ser.
He sido amado por Ti.
Sí, solo en Ti se alumbra la esperanza.
En Ti solo, Señor.

3ª parte: el don de la alegría

Canto

Aleluya de la tierra

¿Quién quiere resucitar a este mundo que se muere?
¿Quién cantará el aleluya de esa nueva luz que viene?
¿Quién cuando mire la tierra y las tragedias observe sentirá en su corazón el dolor de quien se muere?

¿Quién es capaz de salvar a este mundo decadente y mantiene la esperanza de los muchos que la pierden?

El que sufre, mata y muere, desespera y enloquece

Y otros son espectadores, no lo sienten.

¿Quién bajará de la cruz a tanto Cristo sufriente mientras los hombres miramos impasivos e indolentes? ¿Quién grita desde el silencio de un ser que a su Dios retiene porque se hace palabra que sin hablar se la entiende?

¿Quién se torna en aleluya porque traduce la muerte,  como el trigo que se pudre y de uno cientos vienen?

Aleluya cantará quien perdió la esperanza y la tierra sonreirá. ¡Aleluya! (bis)

Proclamación del Evangelio (según san Lucas 1, 26-38)

En el mes sexto, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquel. El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin». Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco varón?». El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible». María contestó: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». Y el ángel se retiró.

Palabras del Arzobispo

Exposición del Santísimo

Cantos para la adoración

No hay lugar más alto

A Tus pies, arde mi corazón.
A Tus pies, entrego lo que soy.
Es el lugar de mi seguridad,
Donde nadie me puede señalar.

Me perdonaste,
Me acercaste a Tu presencia.
Me levantaste,
Hoy me postro a adorarte.

No hay lugar más alto, más grande
Que estar a Tus pies, que estar a Tus pies.
No hay lugar más alto, más grande
Que estar a Tus pies, que estar a Tus pies.

Y aquí permaneceré,
Postrado a Tus pies,
Y aquí permaneceré,
A los pies de Cristo. (bis)

No hay lugar más alto…

Tú, el único Rey

TÚ EL ÚNICO REY, QUE TIENE QUE REINAR,
EL ÚNICO SEÑOR AL QUE VOY A ALABAR.
HOY LEVANTO EL CORAZÓN AL QUE LO CONQUISTÓ,
SIMPLEMENTE PORQUE TÚ ERES DIOS.

Quiero ponerte por encima de todo,
En cada momento sentarte en el trono.
Que tu alabanza esté siempre en mi boca,
Y reconocer que Tú eres Dios.

Que alabarte a ti, Señor, sea siempre lo primero
Fijo mi mirada en el cielo.

TÚ EL ÚNICO REY…

Y a ti toda alabanza, todo el poder
y el honor Toda la gloria al Señor (x4)

TÚ EL ÚNICO REY… (x2)

Lecturas para meditar

Oración y esperanza

(Del mensaje del Papa en la 38ª Jornada Mundial de la Juventud)

Cuando la chispa de la esperanza se ha encendido en nosotros, a veces corremos el riesgo de que se apague por las preocupaciones, los miedos y las cargas de la vida cotidiana. Pero una chispa necesita aire para seguir brillando y resurgir en un gran fuego de esperanza. Es la brisa suave del Espíritu Santo la que alimenta la esperanza; pero también nosotros podemos ayudar a alimentarla de varias maneras.

La esperanza se alimenta con la oración. Rezando se custodia y se renueva la esperanza. Rezando mantenemos encendida la chispa de la esperanza. «La oración es la primera fuerza de la esperanza. Tú rezas y la esperanza crece, avanza» (Catequesis, 20 mayo 2020). Rezar es como subir a gran altitud; cuando estamos en el suelo, muchas veces no podemos ver el sol porque el cielo está cubierto de nubes. Pero si nos elevamos por encima de las nubes, la luz y el calor del sol nos envuelven; y en esta experiencia encontramos la certeza de que el sol está siempre presente, aun cuando todo se vea gris.

Queridos jóvenes, cuando las espesas nieblas del miedo, la duda y la opresión los rodeen, y no logren ver el sol, sigan el sendero de la oración. Porque «cuando ya nadie me escucha, Dios todavía me escucha» (Benedicto XVI, Carta enc. Spe salvi, 32). Ante las angustias que nos asaltan, tomémonos cada día un tiempo para descansar en Dios: «Sólo en Dios descansa mi alma, de él me viene la esperanza» (Sal 62,6).

Alegría

(Del mensaje del Papa en la 38ª Jornada Mundial de la Juventud)

Benedicto XVI, reflexionando sobre su experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en 2011, se preguntaba: «la alegría, ¿de dónde viene? ¿Cómo se explica? Seguramente hay muchos factores que intervienen a la vez. Pero […] lo decisivo es la certeza que viene de la fe: yo soy amado. Tengo un cometido en la historia. Soy aceptado, soy querido». Y precisó: «A fin de cuentas, tenemos necesidad de una acogida incondicionada. Sólo si Dios me acoge, y estoy seguro de ello, sabré definitivamente: “Es bueno que yo exista” […] Es bueno existir como persona humana, incluso en tiempos difíciles. La fe alegra desde dentro».

Preces

Kyrie eleison

Padrenuestro

Canto de reserva

Bendito

Bendito sea Dios, su santo nombre.
Bendito Jesucristo, Dios de carne.
Bendita creación que enamoró a su Creador.
Bendito deseado y deseante.

Bendito sea Dios su ardiente corazón.
Su preciosa sangre, su presencia
apasionada en el altar.
Bendito el Espíritu libre y amante.
Bendita la Madre de Dios, José,
los ángeles, los santos.
Bendito Cristo entre nosotros:
¡¡su familia!!

Uuuuuuuuuuuuu
Que da la vida
¡¡Bendito sea Dios que da la Vida!!

Estación mariana

Canto a la Virgen

Himno de la Almudena

SALVE, SEÑORA DE TEZ MORENA
VIRGEN Y MADRE DEL REDENTOR
SANTA MARÍA DE LA ALMUDENA
REINA DEL CIELO, MADRE DE AMOR. (BIS)

Tú que estuviste oculta en los muros
de este querido y viejo Madrid,
hoy resplandeces ante tu pueblo
que te venera y espera en ti.

SALVE, SEÑORA DE TEZ MORENA…

Bajo tu manto, Virgen sencilla,
buscan tus hijos la protección.
Tú eres patrona de nuestra villa,
Madre amorosa, templo de Dios.

SALVE, SEÑORA DE TEZ MORENA…

Oración y ofrenda a la Virgen

Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.

Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén.

(Papa Francisco, Evangelii Gaudium)

Despedida y avisos

Himno de los Jóvenes de Madrid para el Jubileo

Alza la vista

Lo, lololó, lolololo, lololó…

¡Que no nos roben la esperanza,
hay mucho Amor que celebrar,
tanta Vida que anunciar,
tanto Cielo que llenar…!
¡Hay tanta Cruz que va a resucitar!

Alza la vista, hay futuro y esperanza para ti.
Que avancen hoy con alegría hacia Roma
los que sueñan en Madrid.

Una familia, la belleza de la Iglesia brilla aquí,
un corazón lleno de Vida que palpita
por las calles de Madrid.

Un mar de jóvenes en marcha celebra el Año Jubilar,
una Iglesia y un hogar, Comunión y Santidad,
¡con Pedro caminando en libertad!

Alza la vista…

Se abrirán de par en par los caminos de la Paz,
el Abrazo que proclama la Verdad:
¡hijos de Dios, salvados por la fuerza de su Amor!

Alza la vista…

Lo, lololó, lolololo, lololó…

¡Hacia Roma los que sueñan en Madrid!

¿Te vienes a Roma con nosotros?

Hemos montado un planazo para vivir el Jubileo juntos este verano. ¡Contamos contigo!

PRÓXIMAMENTE

22 de noviembre: Retiro mensual para todos los jóvenes

Una tarde de sábado en el Centro Juvenil Santa María de la Cabeza, a las 17h.

22 al 24 de noviembre: Ejercicios Espirituales

También hay tandas de ejercicios para jóvenes en otras fechas durante el curso

13 de diciembre: Velad y Orad

Próxima vigilia de jóvenes con el cardenal

25 julio al 5 de agosto: Peregrinación jubilar de jóvenes a Roma

Toda la info aquí

Nuestra solidaridad
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